McIntosh MC275 Vacuum Tube Amplifier

McIntosh MC275. El nacimiento de una leyenda del audio

En 1961, McIntosh lanzó al mercado el MC275, un amplificador de tubo de vacío que rápidamente se convirtió en un ícono del audio de alta fidelidad. Su diseño fue revolucionario para la época, ya que ofrecía una potencia sorprendente con un nivel de distorsión mínimo, algo crucial para los exigentes altavoces de ese entonces, que demandaban amplificadores capaces de entregar energía con gran precisión. Desde su introducción, el MC275 capturó la atención de audiófilos y profesionales por igual, consolidando su lugar en la historia del sonido de calidad.

El ocaso temporal y el regreso conmemorativo

A pesar de su éxito inicial, la llegada de la tecnología de transistores en la década de los 70 marcó un cambio en la industria, relegando los tubos de vacío a la categoría de tecnología obsoleta. Como consecuencia, McIntosh decidió discontinuar la producción del MC275 en 1971. No obstante, este no fue el final. En 1993, el MC275 volvió a la vida como una edición especial conmemorativa en honor a Gordon Gow, cofundador y presidente de la marca. Esta edición no solo rescató el legado del amplificador, sino que también recibió elogios por parte de la crítica y de los usuarios, ganándose nuevamente su lugar en el catálogo oficial de McIntosh.

Una historia rica y duradera con McIntosh

La historia del MC275 es un reflejo del compromiso de McIntosh con la excelencia sonora y la innovación sostenida. Su legado se ha entrelazado con generaciones de sistemas de audio doméstico de alto nivel, convirtiéndose en un verdadero estandarte de la marca. A lo largo de las décadas, su presencia ha sido constante en las configuraciones de los más exigentes melómanos, y es difícil imaginar una línea de productos McIntosh sin la icónica silueta del MC275 entre ellos.

Sexta generación: tradición e innovación perfectamente equilibradas

En su sexta generación, el McIntosh MC275 incorpora avances tecnológicos que mejoran significativamente su rendimiento, sin sacrificar su clásica estética ni su característico sonido cálido y detallado. Las mejoras incluyen un diseño de circuito más silencioso desde el punto de vista térmico y un transformador de salida con ancho de banda ampliado, lo que se traduce en un control de graves más preciso y en una respuesta más limpia en todo el espectro de frecuencias. Esta evolución respeta la filosofía original del producto, combinando lo mejor del pasado con las exigencias modernas.

Versatilidad de conexión y potencia para cualquier sistema

El MC275 es tan flexible como potente. Puede operar en modo estéreo, entregando 75 vatios por canal a altavoces de 4, 8 o 16 ohmios, o bien en modo mono, en el que proporciona hasta 150 vatios a una sola unidad con impedancia de 2, 4 u 8 ohmios. Esta capacidad de adaptación se debe en parte a la tecnología patentada de McIntosh conocida como Unity Coupled Circuit, un diseño de transformador de salida que permite entregar toda la potencia sin importar la impedancia del altavoz. Este enfoque asegura que el rendimiento del amplificador se mantenga óptimo en cualquier configuración.

Componentes internos de calidad excepcional

En el corazón del MC275 se encuentran cuatro tubos de vacío KT88 que alimentan la sección de salida, acompañados por cuatro tubos 12AT7 y tres 12AX7A más pequeños que se encargan del procesamiento de entrada, voltaje y control. Estos componentes, cuidadosamente seleccionados, ofrecen una fidelidad sonora superior, garantizando una reproducción rica y natural. Además, el amplificador incluye entradas balanceadas y no balanceadas para facilitar la conexión con una amplia gama de preamplificadores y sistemas de audio. También cuenta con Sentry Monitor™, una tecnología de protección contra cortocircuitos que desconecta la salida antes de que la corriente alcance niveles inseguros, reiniciándose automáticamente cuando se estabiliza.

Indicadores visuales y control de sistema inteligente

El McIntosh MC275 no solo es un deleite para los oídos, sino también para la vista. Sus siete tubos pequeños están iluminados por LEDs que proporcionan información visual clara sobre el estado del sistema: al encenderse, los tubos brillan en ámbar y luego en verde cuando están listos para operar. Si llegara a fallar un tubo de salida, los indicadores correspondientes se tornan rojos para alertar al usuario. Además, incorpora una entrada y salida para el sistema de Control de Potencia de McIntosh, lo que permite encender o apagar automáticamente otros dispositivos McIntosh conectados, como reproductores de CD, tocadiscos o preamplificadores, creando una experiencia de usuario coherente y sofisticada.